Algunas personas están preocupadas de que puedan desarrollar cáncer debido al hecho de que en su familia había parientes que han mostrado esta enfermedad, y otras simplemente quieren prevenirla. Independientemente del tipo de motivación, las opciones dietéticas son importantes y pueden apoyar y fortalecer el sistema inmunitario en la lucha contra las células malignas.

No se pueden evitar todos los problemas de salud, pero con la ayuda de una dieta específica puede mantener un equilibrio saludable durante un largo período de tiempo.

Diversas investigaciones ya han demostrado que, en un gran porcentaje, el estilo de vida influye en la aparición del cáncer o su evolución negativa. Por lo tanto, evite fumar, bebidas alcohólicas, ejercicios físicos y una alimentación saludable son un buen comienzo para un estilo de vida anticancerígeno.

Además de cambiar los hábitos nocivos, sería recomendable que cualquiera sepa más sobre los alimentos que pueden estimular el cáncer, pero también sobre aquellos que pueden aumentar la resistencia del cuerpo. Sin saberlo, los alimentos que estimulan el desarrollo del cáncer pueden ser consumidos y los alimentos ricos en nutrientes que podrían proteger contra él pueden ser descuidados.

Por ello, en el presente artículo compartimos algunas de las características con las que debe contar toda dieta que busque prevenir o combatir contra el cáncer:

Consumo abundante de frutas y verduras

La dieta más efectiva para la prevención o lucha contra el cáncer es la predominante basada en vegetales, frutas y granos enteros (incluyendo semillas, nueces, nueces, etc.). Los productos alimenticios serán almacenados y consumidos de forma natural. Cuantos menos alimentos se procesen, limpien, mezclen con otros ingredientes o se modifiquen de varias maneras, más saludables serán.

Hay varias formas de agregar verduras, frutas, semillas, granos integrales, entre otros almentos en la dieta diaria. Cada plato debe contener al menos dos tercios de granos enteros, vegetales o frutas.

Los productos lácteos, el pescado y la carne no deben exceder más de un tercio de la cantidad diaria de alimentos consumidos. Por otro lado, una persona no tiene que volverse vegetariana para mantenerse  saludable.

Ingerir fibras

Otro beneficio para el cuerpo humano de frutas y verduras es que aumentan la ingesta de fibra. Las fibras juegan un papel esencial en la limpieza del sistema digestivo y en el mantenimiento de su salud.

Las fibras se encuentran en frutas, verduras y granos integrales. En general, cuanto más alimentos naturales se consuman y no se procesen, mayor será su contenido de fibra. La carne, los productos lácteos, el azúcar, las harinas y los pasteles no contienen fibra.

Reducción del consumo de carne

Los estudios han demostrado que los vegetarianos tienen un 50% menos de probabilidades de desarrollar cáncer que los que comen carne. ¿Cuál es la conexión entre la carne y el riesgo de cáncer?

En primer lugar, la carne no tiene fibra ni otros nutrientes para proteger el cuerpo contra el cáncer. Y también contiene un nivel bastante alto de grasas saturadas, lo que es particularmente peligroso. Y a menudo se ha demostrado el vínculo entre las dietas altas en grasas y la aparición de cáncer. Y dependiendo de cómo se prepare, la carne puede desarrollar carcinógenos.

Sin embargo, no debe eliminarse por completo de la dieta de la carne, si esto no se desea; ya que el riesgo de cáncer se puede reducir sustancialmente restringiendo la cantidad de carne de animales y prestando atención a cómo se cocinará.

Grasas buenas en la dieta

Un beneficio importante de reducir la cantidad de carne es que disminuirá automáticamente el nivel de grasas no saludables en el cuerpo. Una dieta alta en grasas aumenta el riesgo de muchos tipos de cáncer. Sin embargo, la solución no es renunciar a la grasa, ya que algunos tipos incluso pueden proporcionar protección contra esta enfermedad despiadada.

Los dos tipos de grasas nocivas para el cuerpo son las grasas saturadas y las grasas trans. Las saturadas se componen principalmente de productos de origen animal como carne roja, productos lácteos y huevos.

Las grasas trans, también llamadas aceites parcialmente hidrogenados, se crean al agregar hidrógeno a los aceites vegetales para hacerlos más fuertes y más resistentes a las altas temperaturas (atributos positivos para los productores de alimentos pero no saludables para quienes los consumen).

Ciertos tipos de grasas reducen el riesgo de formación de cáncer – Para el cuerpo, las mejores grasas son las no saturadas que provienen de fuentes vegetales y a temperatura ambiente son líquidas. Estos incluyen aceite de oliva, canola, nueces y aguacate. También tienen una alta concentración de ácidos grasos omega3, que luchan contra la inflamación y apoyan la salud del corazón y el cerebro. Las mejores fuentes de tales grasas son: salmón, atún y semillas de lino.

Elija alimentos que combatan el cáncer

De esta manera, el sistema inmune se mantendrá saludable y luchará contra los factores nocivos, incluidas las células cancerosas. Existen varias alternativas gastronómicas que incluyen alimentos y platos que podrían maximizar la fuerza del sistema inmunitario. Sin embargo, no existe un alimento milagroso o un ingrediente único que evite que aparezcan células malignas. Por lo que una dieta variada ofrece la mejor protección.

Los antioxidantes son vitaminas poderosas que protegen contra el cáncer y ayudan a las células del cuerpo a funcionar de manera óptima. Las frutas y verduras (especialmente crudas) son las mejores fuentes de antioxidantes como el betacaroteno, la vitamina C , la vitamina E y el selenio.

– Consumirá una amplia gama de coloridas frutas y verduras. Son ricos en fotoquímicos, nutrientes que juegan un papel importante en la lucha contra las enfermedades y aumentan la inmunidad del cuerpo. Una persona que comerá frutas y verduras de diferentes colores se beneficiará de diferentes fitoquímicos.

– Así mismo, beba mucha agua, ya que es esencial para el correcto desarrollo de todos los procesos del cuerpo: estimula el sistema inmunitario, elimina toxinas y desechos, transporta nutrientes a todos los órganos.

Escrito por

Juan Camilo Gelvez

Medico General